Ante todo, disculpad que use un pseudónimo, en éste y otros
varios de mis libros esotéricos.
No me interesa ser conocido en mi
intimidad personal, sino simplemente transmitir los conocimientos
adquiridos a lo largo de una vida dedicada a la investigación, a partir de
la necesidad de saber el porqué de mis vivencias.
Aunque podría hacer un tratado científico diferenciando
rigurosamente lo vivencial, lo teórico y lo comprobable, usando fórmulas
lógicas y todos los rígidos elementos de la Ciencia en su aspecto
cartesiano, he decidido escribir por fin este libro, cuya idea tuve hace
más de dos décadas, usando la narración como elemento inicial,
siguiendo el hilo de sucesos que han marcado mi vida. Es decir que voy
a partir siguiendo -más o menos- una cronología, a fin de que se
entienda cómo han ido surgiendo las experiencias, los interrogantes, las
búsquedas, los sincronismos y -por fin- las respuestas.
No escribí antes
sobre estas cosas porque me faltaba tiempo -y me faltará siempre- para
investigar tantas cosas como quisiera, pero principalmente porque me
faltaban algunas respuestas fundamentales, sin las cuales el fondo de la
Realidad de la Vida era una simple teoría, no una comprobación
definitiva por mi parte. La escatología aprendida en las religiones
dejaban muchos huecos vacíos -y demasiado grandes- en la
comprensión de las vivencias, por lo que me vi obligado a bucear en
ellas y compararlas, y luego hacerlo en decenas de órdenes esotéricas y
otras instituciones, hasta que el despertar más completo (gradual) de la
memoria de otras vidas, me fue dando las respuestas que espero brindar
claramente.
Sabía a los trece años de edad que la reencarnación es algo real,
nada ficticio y por mi parte absolutamente vivencial, tan natural como la
vida misma. Pero al igual que en otros asuntos que se dieron siete años
antes de esa edad, sería la Ciencia y no las "creencias" las que me
darían las respuestas que reclamaba mi espíritu crítico. El "método
científico" aprendido en el último año de la escuela primaria, sería la
guía que me conduciría a la comprensión de vivencias que, sin esa
comprensión, me habrían destruido o habría quedado como la mayoría
de las personas, al margen de la realidad integral.
Lamentablemente, no puedo dar a los Lectores más que una
óptica personal y un Conocimiento que por más que lo aseguro y
garantizo personalmente, sólo ha de servir en su total potencial a las personas en un determinado momento, cuando les toque transitar por
aquel "Camino de la Muerte" que no es necesariamente tan oscuro como
parece a muchos, ni tan luminoso como parece a otros. Sin embargo, a
mucha gente le servirá como consuelo válido, que es el que brinda la
comprensión, mucho más válido que el consuelo psicológico de las
creencias. Intentaré, en todo sentido, que este libro le resulte didáctico,
ameno y constructivo. Conociendo la Escatología Natural, infinidad de
sufrimientos se alivian, se hace con la humanidad algo de JUSTICIA,
que debería reemplazar a la solidaridad en todos los ámbitos... Relataré
en principio mis propias vivencias, a fin de que el Lector sepa cómo
siente alguien que recuerda las vidas anteriores (o mejor dicho, partes de
algunas de ellas) pero no quedará en mera casuística este libro.
Intentaré explicar todos los fenómenos cuya naturaleza he podido
comprender y dar la mayor cantidad de respuestas posibles, siempre
dentro de lo que me hallo seguro. Las cosas que no tengo por seguras,
las aclararé como "teóricas".
Este libro es parte de la "Guerra Kamamanásica" que se
desarrolla en el mundo y en la que estamos inmersos absolutamente
todos los Seres Humanos (incluso los animales), cualquiera sea nuestro
grado evolutivo y nuestro grado momentáneo de consciencia, las
circunstancias, raza, etc.. Kama significa "estrato" o "región". Manas
significa "Alma", en su aspecto "Mente". Por lo tanto la Guerra
Kamamanásica es la que se desarrolla en el plano del Alma, de las
ideas, de las ideologías y los pensamientos arquetípicos. Las religiones
sostienen entre sí -y producen en el plano material- infinidad de guerras
económicas, ideológicas y arquetípicas. Los cuadros políticos hacen lo
mismo, con sus secuelas brutales de guerras físicas, cuyo fuego alienta
la fragua de las religiones. Pero cualquiera sea el nivel de lucha, el fondo
siempre tiene que ver con el Alma, con las ideas.
Los grupos de control de la tecnología que sirven a los intereses
económicos, políticos y religiosos, hacen experimentos de toda clase,
atentando en muchos de ellos contra animales, contra la población de
todo el mundo -directa o indirectamente- y contra la propia estabilidad
natural del planeta. Los poderosos intereses multinacionales (cuyo
adjetivo adecuado sería "intereses apátridas") manipulan tanto a las
religiones como a los cuadros políticos y a los grupos de desarrollo
tecnológico. De modo que las guerras más calientes y materializadas
ocurren dentro de un mismo tablero de control, donde los pueblos se
matan entre sí, como meras piezas de un ajedrez diabólico, que juegan
unos pocos hombres que detentan el poder.
Pero la verdadera Guerra, la que llamamos Kamamanásica, se
desarrolla más allá de las religiones, políticas, tecnólogos y economistas
de esta civilización. Mientras todos los estamentos visibles son parte de
un mismo bando, que requiere por su propia constitución y sistema, del
constante belicismo humano, hay otros Seres, otras Inteligencias, otras
Personas, que no comulgamos con los engaños religiosos, políticos,
económicos y científicos. Por lo tanto no participamos de las guerras
fraticidas, de las masacres locales y nacionales, ni de ninguna forma de
belicismo directo entre Seres Humanos. Entre Nosotros y los que
propician las guerras y matanzas que vemos cada día en los noticieros,
hay una forma de combate mucho más sutil, pero no menos real.
Cierto
es que somos Guerreros casi abandonados tras las filas enemigas, pero
en nuestra misión de despertar consciencias, vamos ganando pequeñas
batallas. Cada persona que despierta a la realidad integral, que descubre
sus propias posibilidades de Trascendencia y Libertad espiritual
auténtica, es un nuevo Guerrero Kamamanásico; un esclavo liberado de
las cadenas de la ignorancia y el oscurantismo espiritual, que vale por
cien soldados. El conocimiento de los fenómenos de la Reencarnación
es una de las claves más importantes para esta liberación, para este
despertar de consciencia que si no nos libera totalmente del sufrimiento
humano, al menos nos permite sobrellevarlo con tal Dignidad, Sabiduría
y Felicidad, que lo hacen insignificante.
La mayoría de los Guerreros Kamamanásicos estamos orientados
conscientemente hacia la Evolución, la Trascendencia o Ascensión,
escapando definitivamente de la rueda de reencarnaciones, pero nuestro
principal objetivo, sin descuidar la propia Trascendencia y sin perjuicio de
nuestras actividades mundanas de subsistencia, es enseñar y difundir los
Conocimientos Trascendentales a quienes tengan realmente el impulso
de lo espiritual.
Evitaré extenderme en el nutrido abanico de los fenómenos
paranormales, que pudiendo conocerlos a la mayoría, por experiencias
espontáneas o por búsquedas e investigaciones, puedo asegurar que
dan razón a la gran mayoría de teorías que sobre ellos se han elaborado.
Por eso daré ahora mismo una reseña sintética, a fin de concentrar el
resto del libro en lo relacionado al Astral y la Reencarnación.
Existen
"imprimaciones" de energía, tanto mentales como emocionales, que no
son precisamente fenómenos regidos por inteligencias determinadas,
sino meras grabaciones magnéticas en sitios y/u objetos, así como
existen ciertos "poltergeist" (fenómenos paranormales que siguen a una
persona, no propios de un lugar fijo), y que aunque englobamos en la
categoría de "plano Astral", sólo corresponden a éste en cuanto al orden vibratorio, pero no como "entidades". Muchos de los fenómenos
paranormales no se deben a "Seres", vivos ni muertos, sino a situaciones
geomorfológicas que conforman una especie de "circuito electrónico" que
se activa bajo la influencia mental y/o emocional de las personas.
El
miedo, la ansiedad, el morbo y otras actitudes internas de las "víctimas"
o de los investigadores, suele desencadenar algunos hechos
supuestamente "fantasmagóricos", sin necesidad de que medie una
entidad Astral o un elemental. Estos últimos, catalogados en la literatura
popular como duendes, gnomos, hadas, sílfides, trolls, salamandras y un
largo etcétera, no son sino la entidad Astral de ciertos minerales en
estado cristalino, de vegetales y de animales. Casi todos ellos son
visibles de ordinario para quien posee vista Astral (que no es otra cosa
que percepción en un rango más completo del espectro de la luz).
Hecha esta aclaración, respecto a la diversidad de fenómenos,
entraremos en el tema central, haciendo las aclaraciones y
diferenciaciones con estos fenómenos, cuando correspondan.
Ramiro de Granada
MUY INTERESANTE, TAMBIEN DESDE MUY JOVEN SOY UN APASIONADO DEL TEMA ESPIRITUAL, ESOTERICO, UN BUSCADOR DE LA LUZ.
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