sábado, 6 de julio de 2019

REENCARNACIÓN Y EL VIAJE ASTRAL - LA MENTE

La Mente como Principio Universal no ha de confundirse con el cuerpo Mental y su manifestación física que es el cerebro, como aparato natural que nos une a ella. Por eso intentaré dar una explicación a partir de algunos procesos. (Ver la imagen de cuerpo mental en contraportada) Nuestro cerebro no es quien tiene las ideas, sino que es el instrumento con el cual el SER que tiene Ideas, les da forma, imagen, concepto, medida, etc.. Los cambios físico-químicos son básicamente un EFECTO de la manifestación de una Idea. Pero una vez establecidos en el cuerpo Mental, pasan también a ser CAUSA en la producción de sucedáneos de la Idea. Por ejemplo: hábitos, creencias, parámetros tomados como "conocimientos", que pueden o no ser correctos en otra situación. 

Las Ideas provenientes del Ser son algo muy complejo. Podríamos decir que las Ideas Primordiales en su manifestación pura, son los SENTIMIENTOS (no confundir con pasiones o emociones). El cuerpo Astral tiene una constitución material muy maleable, a la vez que actúa como conversor, que transforma esos Sentimientos en Ideas aplicables al plano mundano. El cuerpo Mental (Inferior, físico, que hay que diferenciar del Alma, puesto que ésta es la Mente Superior), aporta lo suyo en relación a las funciones de la maquinaria biológica (cerebro). Entonces la Idea- Sentimiento se convierte en una Idea-Mundana (un plan, un proyecto, un objetivo, etc.). Todo esto ocurre en un proceso de ralentización de vibraciones, pero cuando no hay distorsión en el cuerpo Astral, el producto -manifestación mundana de la Idea-Sentimiento- es perfecto, acorde a los objetivos del Ser Verdadero. 

Cuando -en cambio- el Astral está infestado de bichos (yoes psicológicos) la Idea-Sentimiento se transforma en emoción y/o en pasión, con propensión (por causa de la inercia mental) en una obsesión, en cavilación y diversas patologías, cuya raíz será siempre ese "yo psicológico" (o un complejo, es decir un conjunto de ellos), que tienen tres formas de manifestación: miedos, odios y vicios. Los tres factores generadores de Karma negativo. Pero no resulta posible sacarse de encima estas pestes sin el concurso pleno de la mente, por es que en primer término, el Ser ha de tomar absoluto control de este instrumento, y para ello es imperiosamente necesario diferenciarse de ella. La mente (cuerpo Mental), dada la complejidad de sus funciones y poderes, creer ser ella misma el Ser verdadero. En un estadio primitivo de la evolución humana, hay poca diferencia con el animal, puesto que el individuo cree ser un cuerpo físico. 

Luego, al desarrollar el intelecto y darse cuenta que la mente, con sus conocimientos, capacidad de percibir, memorizar, razonar, imaginar y -mediante estas funciones- puede determinar la propia vida, curar el cuerpo, construir cosas o destruirlas, dominar el medio y hasta dominar a otros, pues el individuo cree ser una mente. Pero mientras permanece en ese estadio, apenas se da cuenta que en realidad sus procesos mentales están siendo guiados por Sentimientos en el mejor de los casos, y por emociones y pasiones en el caso peor, tal como ocurre a la mayor parte de la actual humanidad. Absolutamente todos los problemas de esta humanidad -tanto en lo individual como en lo colectivo- responden a la siguiente causa: Los yoes psicológicos tienen el control de la mente. Y como estos parásitos raramente están solitarios, ocurre que gobiernan por turnos, según las circunstancias, entonces el hombre piensa de una manera hoy y de otra completamente mañana. 

A veces se recapacita y se toma conciencia de haber dicho u obrado malamente, se rectifica al día siguiente, pero luego se vuelve a caer en lo anterior. Entonces tenemos el efecto de irresponsabilidad, pusilanimidad, indiferencia, incoherencia y falta de confiabilidad en tales individuos. La mente debería estar permanentemente sometida al Ego, de la misma manera que el tablero de un vehículo lo está al conductor. Sin esa condición es imposible conducirse correctamente en la vida y así es como vive la mayoría, enfrentándose innecesariamente contra otros, faltando a los más elementales deberes para consigo mismo, haciendo cosas que arruinan sus mejores posibilidades. En cambio los políticos, empresarios, economistas y gente que alcanza cierta relevancia social, suelen tener una mente muy disciplinada, pero desconociendo que el Ser verdadero no es la mente, dejan que la misma sea conducida por los parásitos emocionales como el "yo codicioso", "yo dominador", "yo vanidoso", etc., con todo el séquito de otros parásitos psíquicos que los encubren, como la hipocresía, el pretexto, la arrogancia (o falsa modestia, según la conveniencia del momento), la charlatanería y todas esas "cualidades" que caracterizan a los poderosos entre los mortales. 

El hombre (varón o mujer) que desee ser realmente poderoso, primero ha de aprender a dominarse a sí mismo. Luego no le será preciso tener poder sobre nadie más, salvo que así lo exijan sus ideales. Pero el primer paso para lograr ese Verdadero Poder, es darse cuenta que el Ser verdadero no es la mente, como tampoco lo es el conjunto de emociones. Una vez conseguido aunque sea por unos minutos esta comprensión que ha de imprimirse para siempre en la mente, hay que obtener el dominio absoluto de su propio cuerpo mental, para una vez logrado un control básico de este aparato, proceder al control del cuerpo emocional. Así se comprende que el cuerpo físico, el cuerpo mental y el cuerpo Astral, enlazados los tres por el cuerpo Vital, no son más que un vehículo, que debe estar a disposición del Ego libre de parásitos. Del mismo modo hemos de comprender que el Ego no es más que un "reflejo del Yo Verdadero". La Mente como Principio está presente en Todo. Incluso en los planos más sutiles del Universo. Digamos que hasta los Principios y Leyes que rigen la dinámica universal, descritos en la TABVLA MÁXIMA HIPERBÓREA del Libro “Testamento de Todos los Tiempos”, es producto de una Mente Suprema. 

Nuestra Mente Humana (cuerpo mental) es un vago reflejo de esa Mente Universal, pero que cuando funciona en perfecto equilibrio de Amor, Inteligencia y Voluntad, sirve para que evolucione su dueño. Si creyésemos que la mente es sólo un producto de las funciones orgánicas, caeríamos en la psicología Freudiana, para la que somos un producto de la "casualidad", del azar natural, compuestos de un montón de carne con ojos y un puñado de emociones y pensamientos, retorcidos -para colmo- porque nuestra madre no nos dio la teta o nos la dio demasiado. Esa concepción materialista de lo que es el Ser Humano se debe a una falta total de comprensión de la Naturaleza, a un desprecio de todas las referencias históricas y culturales sobre la existencia de "algo más", y finalmente a una falta de lógica aplicada a la psicología. Sin embargo cabe tener en cuenta que el cuerpo mental que usamos, es decir el conjunto de información en el plano mundano, como razón, imaginación y memoria, desaparece cuando se muere el "disco duro" (el cerebro), pero afortunadamente, no somos tan sencillos como un ordenador ni es nuestro cerebro y sus programas, tan deficiente como los sistemas operativos del mercado. La desaparición del cuerpo físico y el mental no implican la desaparición del cuerpo Astral ni la pérdida de la memoria del Alma, aunque el Ser tenga grandes dificultades en acceder a ella cuando tenga un nuevo cuerpo. Si se consigue plasmar suficientemente los conocimientos más importantes en el Astral purificado, podemos usar éste mismo para encarnar de nuevo, y todo el conocimiento allí almacenado se transferirá al nuevo cerebro poco a poco. Los dos cuerpos Astrales (el que no murió y el inmanente en la nueva estructura genética) se fundirán en uno sólo poco antes o poco después de nacer. 

Esto ocurre porque el cuerpo Astral es también parcialmente mental. Su constitución de materia magnética tiene todas las propiedades del cuerpo mental que se abandona al morir, aunque no se pueda razonar en Astral, por falta del aparato cerebral. No obstante el Alma, que es la Mente Superior, razona, imagina, memoriza, crea, decreta, hace y deshace infinitamente más que un cerebro encarnado. Pero para evolucionar necesita MANIFESTARSE. Y lo hace a través de un Ser Viviente, que tiene un Ser Yoico como intermediario (el Ego). Y no confundamos el verdadero Ego, con los falsos egos o yoes psicológicos. Advierto especialmente contra aquellas doctrinas que invitan a "la destrucción del Ego", con lo que sólo se consigue producir una despersonalización y serios problemas psicológicos. El Ego debe ser purificado, liberado de los falsos egos, pero no debemos intentar (igual no podríamos lograrlo) destruir el Ego, que es el nexo entre el Alma y los cuerpos mundanos. He tenido varios pacientes -especialmente de sectas pseudobudistas- que con aquello de disolver el Ego entraron en fase de despersonalización, luego inercia mental y finalmente en algo parecido al deliriums tremens. Los "gurúes" que dan recetas "místicas" a los problemas existenciales y psicológicos suelen ser análogos a un oftalmólogo que ante un problema de la vista me dijera "arráncate los ojos". 

Disolver al verdadero Ego es muy difícil, porque es un órgano psíquico (representado en la palomita del "Espíritu Santo") que actúa como mensajero entre el Alma y todos los aspectos del vehículo mundano. Pero el intento equivaldría a destruir el tablero de mandos del vehículo. Intentaré usar la Ley de Analogía y la Didáctica comparativa para aclarar definitivamente este importante tema del Ego: Digamos que el Ego Humano no es el Verdadero Ego, pero es un Instrumento, que debemos limpiar de sus parásitos y distorsiones para utilizarlo mejor. Igual que los ojos. ¿Les quitamos las lagañas o los arrancamos?. Un Ego purificado no es en modo alguno, un obstáculo para alcanzar la "identificación con la Divinidad". Cuando se tiene la Iluminación (Subud, Shibumi o como quiera llamarse al contacto con la Consciencia Universal), justamente es el Ego quien tiene la experiencia, es el Ego el que "sube" hasta el Ser Verdadero, y allí se pierde noción de separatividad, siendo "Uno con el Todo". Pero esta experiencia sólo puede verificarse estando en vida, con la conciencia humana pura, que llamamos Ego El Yo Divino es el Ser Auténtico, que nunca muere. El Alma es la Mente Superior, en la que se almacenan los conocimientos y experiencias del Yo Divino. 

Cuando la persona física y mental (mente inferior) muere, el Ego Humano permanece en el cuerpo Astral. Pero si éste muere, el Ego Humano Inferior muere también. No obstante, es conveniente mantener el mismo instrumento (o los mismos, el Astral y el Ego son inseparables). Y mientras más purificado, si se reencarna sin tener que forjar un nuevo Ego Humano, porque se lleva el mismo Astral, mejor funcionará todo, más fácil será el acceso del Ego Humano hacia el Alma y su memoria, más fácil se aprenderá todo, más fácil será hacer la Catarsis y más fácil se harán todos los procesos de predisposición a la Ascensión. Muchas cosas del aprendizaje serán como "recordar", y con unas pocas pautas "sabremos" (recordaremos) lo demás. O sea, que si vamos a eliminar los FALSOS EGOS, no puede ser necesario erradicar al Ego Verdadero; como si vamos a limpiar las lagañas, sería una estupidez arrancarnos los ojos. En conclusión, es de darse cuenta que mucho antes de surgir un intríngulis químico en el cerebro, hay una serie de observaciones, apreciaciones, cálculos y elecciones que realiza el Ego. También es cierto que tenemos una serie de dispositivos automáticos (establecidos genéticamente o aprendidos), que disparan la producción de "ideas cerebrales" junto con diversas hormonas y otros compuestos. 

Esas ideas ya están previamente establecidas en el conjunto corporal como "instintos". Pero sí podemos manejar ésto, modificando las reacciones con una disciplina, eligiendo cómo debemos sentir y/o reaccionar ante una determinada circunstancia, entonces no somos ese cacho de carne con pensamientos producidos por la química, que nos proponía Freud. Bien podemos decir que el cuerpo Físico es el coche, la mente es el tablero de mando (sofisticado, computarizado y con todas las virguerías, pero sólo un instrumento). El cuerpo Astral es una parte del vehículo, más sutil, sofisticada, maleable, adaptable y completa, que permite al Ser subsistir en él después de la muerte, así como desplazarse fuera del cuerpo físico con mayor o menor conciencia (viaje Astral). Una especie de "minisub", pero que en nuestra desgraciada condición de mortales, nos sirve (al Ego real) para no hundirnos en la tumba con el vehículo completo. No podemos razonar en el Astral a falta del "disco duro", pero cabe aclarar que los Seres muy desarrollados, Magos con algunas encarnaciones con el mismo Astral, consiguen desarrollar una parte de este cuerpo, que actúa igual o mejor que el cerebro físico, aún sin muchas de las limitaciones de éste. 

No se trata de auténticos razonamientos como los que se hacen con el cerebro, sino del uso de la memoria para elegir y combinar alternativas. Si en Astral no se puede razonar e imaginar, sí se puede perfectamente recordar, elegir en base a la experiencia acumulada en la memoria, decidir y -hasta donde lo permite la naturaleza física- actuar. Pero son muy pocos los casos de personas que alcanzan altos grados de capacidad Astral, porque generalmente se consigue la Ascensión en la tercera o cuarta encarnación con el mismo cuerpo Astral, y muchos lo hacen en la segunda. Unos pocos, necesitan varias encarnaciones más sin perder el Astral, para poder Ascender. Eso varía, según el Karma de Relación que acepten tener con la humanidad mortal. Otros, en cambio, preferimos evitar la Ascensión mientras podamos, sin caer en la involución, merced a una elección combativa en favor de ayudar a la Humanidad hasta donde nos sea posible. 

En esos pocos casos (como hacía el escritor chino Lin-Yutang) que pueden razonar estando en cuerpo Astral, el Principio Mental se ha fortalecido junto con el cuerpo Astral. No obstante, tampoco esa mente es "determinante" de acciones o reacciones, decisiones, etc., sino que quien ELIGE y DETERMINA es el Ego. En fin, que no dejaré de aclarar sintéticamente el asunto de la Mente: El Principio Mente es Universal e inmanente a todo cuerpo o individualidad en el espacio, cualquiera sea su rata vibratoria. Esa es la MENTE DE DIOS. El Alma es la MENTE SUPERIOR del individuo (mineral, animal, humano, Kristo, Deva o Ángel). El cuerpo mental (mundano y sujeto al físico) sólo es parte de una máquina. Delicada pero fuerte. Es análoga al campo magnético del disco duro de una PC, con su sistema operativo, sus programas e información acumulada. No es invulnerable y hay que cuidarla. (la mejor fórmula para ello es usar el sentido común y no hacer burradas místicas). Esta Mente es causante de la mayor parte de las reacciones químicas del cerebro y de todo el cuerpo, así como es afectada también por las patologías físicas. 

Opera en diversos planos, muchos de los cuales no son perceptibles para el Ego en forma directa (operación subconsciente y en parte manifestada en el cerebro límbico). Otras actividades subconscientes suelen ser tan desconocidas para el Ego, que la mente termina creyendo que ella -simple máquina- es el verdadero Ser. Y con un poco de "cuerda mística" al estilo del "Yo Soy" mal interpretado, se termina creyendo Dios Único, en vez de entender la Divinidad Inmanente en todas la cosas y Seres. Podemos -y debemos- usar la mente para Trascender, pero ella no conoce el Amor ni la Voluntad. Sólo trabaja en el campo general de la Inteligencia. Pero la Verdadera Inteligencia la tiene el Ego, que es el conductor, como reflejo individualizado del Alma. Si ponemos a vagar la mente, ya sea a su aire o guiada por nuestras ensoñaciones más o menos inconscientes y sin propósito definido, caemos en lo que ya he explicado, de masturbación psíquica que no conduce a nada bueno. 

La mente debe trabajar siempre sobre lo objetivo y hay que darle la satisfacción de entender las cosas lógicamente. Así nos aseguramos de comprender la Verdad sobre lo que vivimos en lo emocional, ya sean cuestiones mundanas, esotéricas, paranormales o espirituales. Si se quieren hacer "ejercicios místicos", mi recomendación es que se tenga mucho cuidado, que se diseñen objetivos claros y no se hagan cosas sin sentido o sin método. No hay mejor espiritualidad teórica que el estudio de la Ciencia Esotérica, ni mejor espiritualidad práctica que servir a los demás Seres con prudencia e infinito Amor. Un buen ejercicio "mísitico-mental" es dar un salto... y luego varios más... y luego muchos más, hasta estar muy cansado de saltar... Para no olvidarse de tener los pies en la tierra ;-) Para entender mejor el funcionamiento de la mente y su relación con el Astral y el Alma, veamos algo sobre los Arquetipos y arquetipos.

Ramiro de Granada

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