La palabra "Tulpa" es de origen tibetano, pero también las
antiguas meigas gallegas hacían el "Espellatu", y los Magos germanos
hasta el siglo XV hacían el "Engeisgest", o sea lo mismo: Una imagen
proyectada mentalmente, con suficiente fuerza y consistencia como para
ser visible. Por lo general, una imagen de sí mismo que es lo más útil en
muchas ocasiones. Algunos, incluso tan consistentes como para ser
tocados. Los que he hecho yo no eran palpables ni audibles -ni falta que
hacía- pero sí bien visibles. Modernamente, algunos fenómenos ovni
pueden explicarse por la proyección mental -no consciente- de ciertos
sujetos, que cuando tienen un montón de acólitos esperando un
avistamiento, terminan fabricándolo. (Esto no niega en absoluto la
existencia de los ovnis, pero es algo más a tener en cuenta sobre los
grupos "misticovnis" que manejan el tema sin parámetros objetivos.
Si bien hay algunas alegorías y "leyendas" sobre los Tulpas,
porque la Iglesia y el judaísmo se han encargado de aplastar todo
conocimiento sobre el tema -como de muchos otros- todavía hay mucha
gente que sabe hacerlos.
Aunque se trata de conocimientos un tanto
peligrosos, tanto para quien los hace como para sus ocasionales
testigos, no dejan de tener utilidad para el Mago.
Para quien los hace, hay que tener en cuenta que son elementos
"programables", pero una vez que los has soltado son difíciles de
deshacer, a menos que hayas generado unas pautas que te permitan
reabsorberlo, recuperando la energía empleado (nunca toda) y si son
elementos muy densos la cantidad de energía que entra al cuerpo astral
es demasiado grande. O sea que hay que hacerlos inteligentemente, con
una elaboración de diseño previo, para no tener problemas. Quien me
enseñó la técnica básica (un poco envuelta en misticismo, pero efectiva)
es el Tuchal macuxí del oeste de Roraima, no tenía inconvenientes
porque en su territorio -casi del tamaño de España- apenas hay gente.
Mi tarea en un vivero forestal y floral estatal, en el que trabajé
unos meses, era cuidar el lugar desde las 14:00 del viernes hasta las
07:00 del lunes, es decir el fin de semana, día y noche. Y tras un intento
de ingreso de dos sujetos para robar, salí de la teoría e hice un perro
enorme, absolutamente fiel a mí, pero terrible para cualquier persona que
entrara de noche al lugar. Desde ya que este Tulpa no podría realmente
morder a nadie, pero nadie se atrevería a enfrentarle.
La "orden" mental al Tulpa canino, que hice en una semana de
intensa visualización, era cuidar el lugar, haciéndose visible sólo desde el atardecer hasta la salida del sol, pero a partir de cuando yo decidiera
ponerlo en "efectivo".
Lo puse en funciones en cuanto ocupé mi puesto el viernes al
medio día, con la orden de recorrer el perímetro del vivero, de unas tres
hectáreas. En la tarde fue el capataz a llevar comida para un caballo, y
tuvo que llamarme desde la calle porque el perro no lo dejaba entrar.
Cuando salí de la oficina, el Tulpa estaba encaramado en la verja de
alambre, mostrándole sus impresionantes dientes. Le mandé a irse al
establo y esconderse tras una parva de leña, y el capataz estaba
alucinado con el "monstruo mudo". No funcionó la "programación
nocturna".
Le dije al hombre que me descargara los fardos de forraje allí en
la entrada, porque realmente me preocupaba el bicho, y él me dijo que
no estaba mal la idea de llevar mi perrazo para que me ayude a cuidar,
pero que le parecía "un poco peligroso". Allí había otros tres perritos
mansos, que mientras estuvo el mío, desaparecieron de la escena. Volví
a programarlo y ya no se vio durante el día. Pero olvidé que en invierno,
la gente empieza durante la semana a trabajar a las siete de la mañana,
cuando aún es de noche.
El lunes, cuando empezaron a llegar los obreros, mi engendro me
dio un buen problema, porque tuve que llamarlo e irme con él, anulando
la orden de cuidar el sitio.
En cuestión de segundos, que me descuidé,
desapareció. Volví a llamarlo y no venía, así que corrí los doscientos
metros de parque que había andado, hasta el vivero. Allí estaba todo el
mundo, acojonados, amontonados en la sala de herramientas y el perro
babeando en la puerta y mostrando su dentadura.
Volví a llevármelo y comencé a deshacerlo. Tardé en ello casi
todo ese día, pero durante la semana volvieron a verlo allí, aunque
aparecía por momentos y desaparecía. A los dos que los vieron y
presentaron sus quejas al capataz, les dije que era producto del susto
que se habían llevado.
El siguiente fin de semana tuve que dedicarlo a
deshacerlo completamente, y no fue fácil.
Así que el segundo Tulpa que hice, fue con mi propia imagen, con
todas mis características, criterio independiente y sentido ético... Pero
aún así tuve que pensar muy bien su programación, porque aunque
comprendía la utilidad extraordinaria del Tulpa, me resultaba difícil
adecuar algunas cosas. Más de una vez me dijo el capataz, -que solía
pasar cerca del vivero- que no necesitaba andar cuidando el sitio durante
todo el día, o andar cuidándolo en la noche, durante la semana... La
orden del Tulpa era permanecer en mi ausencia, dentro de una vieja lancha abandonada, pero parece que al igual que yo, no podría estarse
quieto. O sea que se copian aspectos del subconsciente, lo cual podría
ser peligroso en algún caso.
Cuando abandoné ese trabajo para volver a Brasil, donde tenía
otros experimentos pendientes, tuve que deshacerlo. Allí sufrí por otro
error: No sabía que la incorporación de una cantidad tan grande de
energía psíquica era igual que meter los dedos en el enchufe... El Tulpa
con mi imagen fue hecho con mucha más energía que el del perro.
No perdí consciencia en ningún momento, ni se me saltaron los
tornillos, pero por los síntomas, creo que estuve al borde de un ataque
epiléptico o algo por el estilo, durante un largo rato, y algunas leves
convulsiones esporádicas hasta días después.
Si alguna vez hago otro, lo tendré que programar para una
reabsorción automática y gradual. Como aún no he descubierto cómo
sería posible eso, y no conozco a nadie que me ayude en ello, mejor me
abstengo de hacer esas cosas, aunque no descarto de hacerlo en alguna
situación especial.
Como he dicho siempre, el mayor de los peligros está en no hacer
nada, así que quien desee hacer algún Tulpa, me avisa y lo diseñamos,
vemos sus posibles utilidades y luego lo pone en práctica.
Veamos un
par de cositas más... Y nada despreciables.
1) Quien no practique Tantra, mejor se olvide de hacer un Tulpa, porque
es como mantener alimentado dos cuerpos astrales. Los que aún
derraman su energía vital en orgasmos fornicarios ("hacia abajo"), aparte
de no saber lo que es gozar del sexo, no tendrán energía para hacer ni
un Tulpa de peluche.
2) Quien no lleve una vida catártica, basada en principios éticos claros y
firmes, lo único que puede conseguir es proyectar en un Tulpa sus
propios demonios interiores. ¡Cuidado!, que la Magia es para la gente
que Ama y Respeta.
EL ALMA
El Alma, como adelantamos en el primer capítulo, es un cuerpo magnético de alta vibración y forma ovoide, compuesto de ocho Esferas de Consciencia cuyo orden interno es imposible de describir en los mismos términos de la fisiología del físico o del Astral. Ya la mente nos resulta un tanto complicada de describir y apenas si podemos esquematizarla en sus funciones, porque se trata de materia magnética que no responde completamente a los parámetros de percepción e interpretación de la materia atómica. ¿Cómo podríamos trasladar a un estudio fisiológico, un cuerpo radiante cuyas partículas están en perpetuo movimiento sin un orden aparente, del mismo tipo que el campo magnético de un disco duro de ordenador? Sólo un aparato tan genialmente diseñado como el cerebro, es capaz de decodificar lo que esa mente contiene y lo que en ella ocurre.
Siendo el Alma una Mente Superior, pero en la que la oscilación
de las partículas supera los cientos o miles de quintillones de ciclos por segundo, se hace imposible hacer un estudio "fisiológico". Quienes
podemos verla, por lo general vemos solamente su aspecto exterior, que
es cambiante, mostrando en imágenes, elementos Arquetípicos
esporádicamente, dependiendo de los procesos de consciencia del
individuo. Pero para introducirnos en ella es preciso una práctica que
sólo puede hacerse con el Alma propia de cada uno.
No obstante esta imposibilidad de hacer una "disección" del Alma,
podemos esquematizarla breve pero didácticamente, a fin de
comprender la relación entre algunos de sus contenidos, con la razón de
ser de nuestros cuerpos mundanos.
En ese esquema, en la siguiente
imagen observamos los siguientes elementos:
a) Arkeón: Esta "piel" del Alma, a la vez que una coraza
protectora, es una pantalla en la que se reflejan algunas de sus
actividades y cualidades. Los espiritistas la llaman "periespíritu", así
como llaman "pericuerpo" a la parte del Astral y el mental que excede del
volumen del físico. En la imagen lo represento como de color violeta,
porque suele ser el predominante en algunos casos, pero en realidad
suelen manifestarse en su exterior, muy diversas imágenes, con una
dinámica variable, según la actividad de la persona. Se supone que es la
parte del Alma que se forma primero, durante su creación en el Reino
Mineral.
También en el Arkeón es donde se acumula la información
correspondiente a los "traumas", aquellas emociones acumuladas
durante las diversas vidas, que deben ser catartizadas mediante el
recuerdo askásico consciente. Para ello es preciso que el Alma cuente
con un cuerpo Astral y una mente que convierta esos dolorosos
recuerdos en simple información intelectual. De ese modo, el Alma
guarda la experiencia -incluso con sus valores emocionales y hasta el
sentido del dolor- poro no como un trauma, sino como una experiencia
de la que puede disponer para evitar pasar por lo mismo otra vez.
Las
Almas muy puras, ya sea porque son "jóvenes" en el Reino Humano, o
las muy experimentadas, que han ido catartizando sus traumas a lo largo
de sus reencarnaciones, presentan en el Arkeón un aspecto muy similar,
pues son visibles casi exclusivamente los dibujos de sus Arquetipos, en
vez que imágenes de sus circunstanciales vivencias. Otras,
lastimosamente, presentan en el Arkeón una sucesión de imágenes
vivenciales mezcladas con arquetipos religiosos, elementos que en
algunos casos son francamente horribles. Sin embargo, lo que allí puede
verse no es indicio de la "calidad" del Alma, cuya pureza interior está a
salvo, justamente porque el Arkeón obra como coraza, reteniendo en si
mismo esas informaciones distorsivas, traumáticas y dolorosas, producto del fanatismo, la maldad y todos los desequilibrios psicológicos no
transmutados, de las personalidades con que ha encarnado.
Cuando este tipo de información distorsiva logra penetrar el
Arkeón, afectando a las Esferas de Consciencia, el Alma "se pudre", se
desequilibra y tiende a disolverse, ya en el mismo Devachán o más
habitualmente en el Avitchi, lugares estos de los que luego explico en
detalle. No suelen ser los yoes psicológicos simples que pudren la
personalidad, los que pueden causar este estrago en el Alma, sino
aquellos elementos de la terrible magia negra sofisticada, que son los
arquetipos religiosos.
Los yoes psicológicos enferman el Astral y por
consecuencia, se somatizan en el físico y descomponen el cuerpo
Mental, pero algunos símbolos religiosos (no todos) son "antiCristos",
como lo son el propio Cristo crucificado y la Estrella de David y la rueda
de Samsara del Induismo.
Expliquemos brevemente los efectos subjetivos pero efectivos en
el Alma, de estos símbolos:
La cruz católica, aparte de generar un constante complejo de
culpa en los fieles, mantiene la idea de autodestrucción, puesto que se
supone que para llegar a Dios hay que someterse a la tortura.
Todo esto,
basado en un historia falsa. En el Evangelio Apócrifo de Nerón puede
leerse algo muy diferente sobre la vida y personalidad de Iesus el
Esenio, cuya historia bíblica es más o menos cierta hasta la lavada de
manos de Poncio Pilatos, acto éste que significaba que no podía
entregar al reo pedido porque no lo tenía. Pero el fanatismo y
persistencia del crucifijo vida tras vida, termina plasmándose en las
Almas hasta que por saturación, penetra más allá del Arkeón y causa su
efecto deletéreo en el Cuerpo Krístico.
Con la Estrella de David pasa algo similar, pero siendo un símbolo
menos burdo y más subliminal, cuesta más al Alma diferenciarlo y
aislarlo.
El triángulo con la punta hacia arriba significa la Santísima
Trinidad (Amor, Inteligencia y Voluntad), cuyo equilibrio perfecto produce
el equilibrio en las demás Esferas de Consciencia. Pero el triángulo con
la punta hacia abajo, entrelazado al anterior, implica el desequilibrio en
las relaciones de cada uno de los tres factores con los demás.
Este símbolo representa la esclavitud del Espíritu y sus efectos,
siendo el arquetipo más efectivo de la magia negra más antigua.
Infiltrado en todas las religiones y en todas las instituciones, corrompe
como un virus el ámbito donde se instala.
Es el símbolo de Jehová
(Geohvá o "Expulsado de la Tierra") dominando y sometiendo a todas las
Naciones. Sus efectos en el Alma de los individuos son tan destructivos como en el mundo político y social.
La Rueda de Samsara, instaurada
como símbolo religioso, dificulta al religioso salirse de ella. Los que
toman la reencarnación como ley natural obligada e inevitable, con
infinidad de distorsiones místicas y puerilidades, sólo consiguen con ello
permanecer más y más, en la trampa demiúrgica de la reencarnación,
pero no para luchar contra la ignorancia, sino, esclavos con grandes
riesgos evolutivos. No obstante, no es para el Alma tan deletérea como
los otros símbolos.
b) Esferas de Consciencia: Estas son
1) Amor (rojo),
2)
Abundancia (anaranjado) (ó Suministro y Riqueza) También se la llama
Esfera del Espíritu, porque se relaciona con el entorno, indicando a la
personalidad los medios de mantenerse, pero lo hace desde el plano
vibracional más alto de la materia, que es el Espíritu como Principio
Universal inmanente y emanante de todo lo que existe.
3) Inteligencia
(amarillo) (ó Consciencia),
4) Vida (verde) (ó Salud),
5) Voluntad (azul)
(o Poder);
6) Transmutación (violeta) (ó Perdón y Evolución),
7) Pureza
(blanco) (ó Verdad y Perfección) y
8) Eternidad (ó Vida Eterna).
Esta
Esfera de Consciencia se manifiesta en el propio Corpus Cristae (Cuerpo
Krístico).
c) Cuerpo Krístico: Es, más que un cuerpo, un molde para el
cuerpo que deberemos ocupar cuando Trascendamos al Reino Natural
que sigue al Humano. Aunque en el plano más alto de la materia como
tal es un puro vacío, cuando el Ego entra momentáneamente en el
Cuerpo Krístico siente algo parecido ante el terror, pero no es un terror
psicológico, sino el efecto de la individualidad que parece disolverse ante
la Nada. Sin embargo, no se trata de la "nada", a pesar de la sensación,
sino de que se está entrando en comunión con el Todo.
El Cuerpo
Krístico, al ser un vacío absoluto en el plano del Alma y dentro de ella,
está imbuido únicamente de la más pura esencia Divina.
Se va formando lentamente y en realidad debería bastar una sóla
encarnación humana suficientemente prolongada, para formarlo
completamente. Cuando está completo, tiene la forma del Hombre
Perfecto, varón ó mujer (como hemos dicho ya, el Alma tiene sexo, y
este se corresponde con el que se tendrá en el Reino Natural siguiente,
el Reino Krístico.
El pasaje desde el Reino Humano al Krístico, que se llama
Ascensión, es algo espontáneo e inevitable en los Primordiales. Tan
natural y automático como crecer y desarrollarse, sólo que esta
Ascensión, es más rápida mientras más armoniosas son las condiciones
del individuo. En un instante, toda la materia que constituye todo el
conjunto corpóreo se convierte en energía, con un efecto similar a un "flash", y la persona "desaparece".
La radiación -un poco de energía
perdida en ese proceso- apenas si afecta al medio, como fue el caso de
miles de "samanas" que hicieron, como Iesus el Esenio, su Ascensión,
dejando sólo la sábana con que acostumbran envolverse. La mayoría de
casos registrados de "autocombustión espontánea", no son algo
macabro, por más que así lo tome la prensa ignorante de estas cosas.
Se trata de Ascensiones que suelen ser incompletas, porque las
personas no tienen suficiente conocimiento de lo que está por ocurrirles,
se asustan y bloquean en parte el proceso. Por eso es que se producen
elevadísimas temperaturas que -sin embargo- suelen dejar intacta la
ropa y otros efectos curiosos, que hacen del suceso, algo completamente
diferente a una simple "combustión".
El Alma es quien guía los procesos de selección genética desde
que entra en el Reino Vegetal, y en el caso de los Primordiales llega a la
cumbre de conocimientos en este ámbito de las estructuras genéticas. El
desafío evolutivo siguiente el manejo de la materia en todos los órdenes,
y lo aprendido culmina con este proceso de Ascensión, que se hace tras
algunos milenios de vida. Nosotros, en cambio, sólo podemos lograrlo
mediante la dedicación de todos nuestros esfuerzos a la práctica de la
Doc-Trina. En el fondo, la diferencia más grande que hay entre los
Primordiales y nosotros, es la mortalidad, pero ello acarrea muchos
problemas, como la descomposición psicológica y los riesgos de
involución del Alma.
La diferencia más grande entre los Primordiales (auténtico Reino
Humano) y los Kristos, es que estos tienen potestad absoluta sobre el
Universo material.
No quiere decir que un Kristo pueda hacer o deshacer
un planeta a gusto e piacere, porque también tienen sus limitaciones,
también son "individuos", pero en su grado de evolución no hay para
ellos, secretos respecto al Universo material. Su claridad de vivencia
interior les permite realizar una existencia en un orden espiritual
perfectamente balanceado entre el Todo Absoluto (la Unidad del Ser), y
sus infinitas manifestaciones individuales.
Nosotros podemos, a pesar de nuestras condiciones fatales,
limitaciones y cortedad intelectual, llegar a vivenciar esa Unidad del Ser,
sentir que "el otro" no es más que una manifestación individual "de mí
mismo" en el Aspecto Divino que nos une a Todos los Seres del
Universo. Lo que hay dentro del Cuerpo Krístico en formación no es un
mero vacío de partículas, sino una "Chispa Divina", un punto atemporal y
aespacial, un vórtice que es el Verdadero Ser en si y allí, en el interior del
Alma, prepara las condiciones para hacer un nuevo salto evolutivo. Repito un párrafo muy importante con que finalicé el ítem anterior:
Hay que respetar tanto la UNIDAD, como la DIVERSIDAD; ambos
aspectos de Dios son reales, pero hemos de considerar a ambos
con la misma importancia.
Es decir que la aplicación de la Doc-Trina
implica reconocer ambas verdades integradas. Si sólo atendemos a la
Unidad y nos olvidamos de la Diversidad, caemos en el error de no ver
los factores discordantes en las demás individualidades. Si sólo vemos la
Diversidad, nos creemos entes aislados, separados de la Gloria del
Creador Universal.
Mientras que el Alma avanzó por los Reinos Mineral, Vegetal,
Animal y Humano, aprendió todo cuanto al Universo material se refiere,
conociendo la Diversidad. En el Reino Krístico comienza su aprendizaje
sobre la Unidad y la Interacción Espiritual en el Universo. Pero aún
mientras somos humanos, vamos vislumbrando esa fundamental
cuestión del equilibrio entre Unidad y Diversidad.
Granada Ramiro
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