«La vida no es complicada. Nosotros somos complicados. La vida es simple, y lo simple es lo correcto»
OSCAR WILDE
Si sabemos que la vida no es una carretera llana, sino repleta de altibajos, y en la cual unas veces estaremos cerca del cielo y otras a orillas del infierno, ¿por qué nos agobiamos cuando descendemos, o anticipamos un pronto fin cuando estamos arriba? ¿Por qué no nos limitamos a gozar los buenos momentos, sin más, y a sobrellevar con serenidad los peores?
Y así podríamos continuar ad eternum. Si sabemos que nadie tiene la razón absoluta, ¿por qué nos contrariamos ante los argumentos de otros si no coinciden con los nuestros? Si el pasado, pasó, ¿por qué nos empeñamos en volver a él cuando nada podremos hacer jamás para cambiarlo? ¿Por qué vivimos en el futuro, como si en él estuviera la solución definitiva para nuestros males, despreciando el «presente continuo» constantemente? ¿Por qué si nadie es infalible evitamos perdonarnos errores a nosotros mismos y nos sentenciamos por tales errores a una condena de la que no quedamos nunca absueltos?
Un amigo me decía que envidiaba la capacidad de los GPS para recalcular su rumbo tras una equivocación, sin reproches ni mirar atrás. Creo que a todos nos gustaría disponer «de serie» de esa práctica cualidad.
No hagamos nuestra existencia más ardua y laboriosa de lo que ya es. Si lo piensas bien, solo se trata de «estar» en este mismo momento, ahora mismo, sin hacer proyecciones hacia ese futuro que planteas tan feliz (nada más sencillo que poner la felicidad allá donde no la vemos), ni vagar por ese pasado insatisfecho al que si te dieran la más mínima oportunidad (que no te la van a dar, ya te lo digo yo) cambiarías de aspecto de arriba abajo.
En las religiones indias un acharya es un guía o instructor en materia religiosa, o un hombre muy sabio, o el título que se otorga a los hombres cultos.
La atención correcta (Orden Acharya de budismo chan/zen, según un texto apócrifo que se distribuye entre los alumnos budistas):
¿Abriste? Cierra.¿Encendiste? Apaga.¿Ataste? Desata.¿Ensuciaste? Limpia.¿Usas algo? Trátalo con cariño.¿Lo rompiste? Repáralo.¿No sabes arreglarlo? Llama a alguien que sepa.¿Vas a usar lo que no te pertenece? Pide permiso.¿Pediste prestado? Devuelve.¿No sabes cómo funciona? No intervengas.¿Es gratis? No lo desperdicies.¿No te llamaron? No te entrometas.¿No lo sabes hacer mejor? No critiques.¿No viniste a ayudar? No perturbes.¿Prometiste? Cumple.¿Ofendiste? Discúlpate.¿No te preguntaron? No opines.¿Lo dijiste? Asúmelo.
Decía el escritor y filósofo Fernando Savater: «El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja; el problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos». Mi consejo, si lo quieres, sería este: simplifica, sintetiza, reduce, aminora, abrevia, no compliques nada. La vida es elemental; es la forma en que la vivimos lo que la hace indescifrable.
Reflexión final: «Lo malo de la vida es que no es lo que creemos, pero tampoco lo contrario» (Alejandra Pizarnik).
Píldoras de sabiduría
¿Una buena forma de aprovechar tu vida al máximo? Pon en número las puestas de sol que crees que te quedan por vivir. No son tantas, ¿verdad?¿El mejor sueño? Soñar que vivirás mientras estés vivo y que no morirás sino solo cuando ya estés muerto.Es nuestra única vida.(Aqui) El universo continuará indiferente a nuestra breve existencia. No dejes que nadie te robe la alegría.Cuando un día pienses que todo te está saliendo mal, razona y pon las cosas en su sitio: es solo un mal día, no una mala vida.La aventura de la vida es aprender; su propósito, crecer; su naturaleza, cambiar; su secreto, atreverse, y su desafío, superarse.
¿Vives?Hablamos en dos idiomas: «¿Qué temo?» y «¿Qué amo?». El que hagas prevalecer en tu vida determinará el tamaño de tu felicidad y de tu éxito.Tómate un respiro. Todo continuará ahí cuando vuelvas a encenderlo. No pienses siempre en lo siguiente; la vida transcurre solo en el presente.La muerte no es la pérdida más grande de la vida. La mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos.Esta vida te pega duro y, a veces, hasta te patea el estómago, pero eso es solo para recordar a tus pulmones lo importante que es respirar.Mi vida no es perfecta, pero mi objetivo no es la perfección, sino la felicidad... aun modesta, aun a ratos, aun en soledad, aun imperfecta.
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